Ayer me repetía una y otra vez, no es suficiente...
no es suficiente con tener la voluntad,
no es suficiente con poseer un espíritu de lucha,
no es suficiente cuando la fuerza no me alcanza para que obedezca mi cuerpo.
Ella murió luchando con la fuerza
ella murió luchando con la voluntad
ella murió luchando con un espíritu indomable,
al final ¿De qué le sirvió?
Ella se Murió
Ella murió de la manera más vil
negando lo inegable....
Su cuerpo moría
mientras sus labios se secaban
ella, simplemente con las últimas fuerzas
que le quedaban, con su cabeza girando decia ¡No!
Ahora me pasa lo mismo
Mi cuerpo no me responde
Es una ¡PUTA, PUTA, MIL VECES PUTA MALDICIÓN!
Siempre me creí fuerte,
inquebrantable, pero ni mi voluntad hará que sane...
NO ME ALCANZA LA FUERZA,,,
NO ES SUFIENTE,
NO TENGO NADA MÁS PARA SOSTENERNOS
SÓLO SEGUIR EMPEÑADA EN ALGO QUE
NO PODRÉ EVITAR...
PERO BIEN VALDRÁ LA PENA
SI CONTIGO ESTOY......
MI QUERIDO BEBÉ... PERDONAME,
AÚN NO NACES Y YA TIENES UNA VIEJA BRUJA ENFERMA POR MADRE....!!
Perdoname mi amor... perdoname si no es sufiente con mi valor...
perdoname si el precio que tengo que pagar es muy alto..
perdoname si resignada ya estoy,
simplemente porque dejé de temerle a la muerte, pues las puertas de mi familia tocó más de una vez,
familiarizada la veo;
¡Ya no le temo más!,
si contigo estoy,
si contigo voy.
No entiendo como permiti que la nostalgia se adueñara de mis pensamientos; asistí a muchas reuniones de las cuales a una en verdad no valia la pena ir. Renegué muchas veces de Dios, y en verdad me mostró su poder, no me quedó mas que doblar las manitas y pedirle perdón. Valoré la presencia de mi padre porque he de admitir que también lo quiero, más de lo que mi orgullo me da para admitir. 
Nunca entendí porque los hombres se maravillaban con los rizos de algunas mujeres y es que es innegable, que éstos seres femeninos arrancan suspiros; el porqué? .....Es simple, llaman mucho la atención con la melena alborotada, alterando las hormonas; es como aquel baile de sábanas entre los jaloneos, pequeños quegidos y ruiditos sexosos que despiertan más que el instinsto salvaje, alimentado al ego que inspira a fantasear. 
