El reloj marca las 3:00 am. SHIT! Otra noche en vela. Me siento muy agripada y no quiero masturbarme para reconciliar el sueño. La verdad, tengo flojera. - ¡Puta madre! - me repito... Hasta un rato de felicidad me da weba. ¡¡Estoy jodida!!
En realidad, dejé ir la oportunidad de trabajo que prometía una gran cambio y quizá, su eco es lo que me atormenta.
Pero, para estás estás alturas, no existe médicamente algo que merme los putazos, aquellos que te llevan a la desilusión. Bien lo dice el Gabo, lloré por ella y por mí. A mí me atormenta la desilución de mis pocas o nulas oportunidades. El desamor se volvió mi novio tóxico, ya hasta le agarré el modo.
En realidad, dejé ir la oportunidad de trabajo que prometía una gran cambio y quizá, su eco es lo que me atormenta.
Pero, para estás estás alturas, no existe médicamente algo que merme los putazos, aquellos que te llevan a la desilusión. Bien lo dice el Gabo, lloré por ella y por mí. A mí me atormenta la desilución de mis pocas o nulas oportunidades. El desamor se volvió mi novio tóxico, ya hasta le agarré el modo.