Caricatura

 In Albis : En blanco 

Hubo un día en que la Chica de Fuego era mi súper héroe favorito; quería quemar todo a mi paso y así salvar el mundo. También quería ser Cheetara; correr sin parar para ver el mundo a mi velocidad y mis modos.

Me reconocí en una caricatura .  Siempre llena de imposibles y con fatalidad, pero con ésa actitud de siempre seguir. 

Preferí las caricaturas, me parecía fascinante saber que nunca se terminan; los personajes jamás envejecen exepto ella. Aquella Niña que se enamora inesperadamente en una colina y por instantes sus sueños se ven realizados. Me gustó la romántica ironía de idealizar que alguien me quería de igual forma. Una debe de saber siempre que del mismo modo jamás nadie nos amará (apasionamiento inocente e ingenuo) . 

Busqué con desesperación aquel baile, las caricias y un hermoso mirar como el de Anthony. Yo como dueña de aquellos suspiros, ojos y deseos desmedidos locamente idólatras.  

¿En qué momento dejé la fantasía?  Creo en aquella  realidad indulgente  dónde :"Jamás se nombró una rosa en mi honor, jodidamente no nací con pasión  por la enfermería y para terminar , bailar nunca aprendí. 

Yo sé de mucho realidad y de poca fantasía. Escribo aquellas cosas que me hicieron suspirar, quizá porque disfruto recordar o porque no tengo con quién hablar. Nunca encaje en ningún lugar . Ésta entrada me la dedico en momentos cómo éste; me siento morir, con poco aire en la ventana de mis realidades. 

Posdata : Quisiera quedarme en blanco y dejar de pensar.

Frases

 Beatus Ille : Dichoso aquel tiempo

Hace unos días encontré mi viejo diario, aquel que cuenta historias de amor, envidia, desilusión y fantasía desmedida. Me reconozco maravillada ante los sentímentalismos y promesas . Entre tanto llegué a una parte de mi diario donde guardé aquellas frases que juré nunca olvidar pero ... Sí, las olvidé . No porque carecieran de sentido; cada una dolieron y punzaron en lo más profundo de mí.

No escribo esta entrada por confesión barata, cambie de giro a “ promesa que hice y decidí sacar porque quizá mañana muera y quiero que sepas” . 

Un día escribí en una lista  que me amaron como nunca, que alguien me hizo Virgen y me puso en su altar, también  prometieron siempre estar conmigo aunque mis chichis tocaran el suelo.  En descripciones, siempre fui la musa de la clase de introducción a la Física, la dueña de los ojos en botón de girasol. Encontrarme en imaginación era tomar cualquier oportunidad para tomar al destino por sorpresa.

No hubo oración  en la que se pronunciara mi bendito nombre con todas sus vocales y consonantes . Así, en aquel tiempo,  pertenecí al último baile escolar o despedida planeada en una tal Lunada. Del jamás dueña y de intangibles, fugaz.  La mejor amiga, pensamiento presente de pasados primavera. Pequeña y frágil, invisible, emoción privada.

Alguien dijo - nunca tuve las llaves de aquella puerta negra, pues los candados nunca quité-  Ojalá  y se te acabe la mirada constante y  que todo tu mundo se vaya al vacío. Que un día me enterraron, velaron y hasta flores me pusieron.

 Todo tiene un fin menos aquellas miradas, entre mil y un fotos, cartas, las promesas se quemaron, para no verme o volver a sentirme jamás . 

Yo como protagonista, antagonista o quizá como un efecto secundario. Recuerdo, libro, poesía y canción tocada. Y entonces ... Éso trascendió, en mi pequeño diario que hoy encontré.

¿A dónde fue?

 Me pareció arrogante la forma en que la belleza de cierta película era nombrada.

Un hombre que posee la belleza en todas las virtudes y formas.  -No puedo poseer un talento, nada intangible pero sí la belleza de tu hermosa hija.- dijo el príncipe.

"Hubo una vez una mujer tan hermosa con la mejor virtud, inteligencia".

-Come todos los jitomates y serás , cuando crezcas , una señorita muy bonita. Con rosadas mejillas y pestañas hermosas- Ésas fueron las palabras de mi madre ; le creí. 

Desde entonces al mirarme en el espejo admiro mis mejillas -quizá puedan verse rosados como me prometió mi madre- seguí comiendo jitomate, pero aquel rosado , nunca llegó.

En el camino descubrí que la mejor cualidad y virtud es tener una buena charla, reír de cosas tan simples y estar limpia en espíritu. Lástima que algunos hombres no aprecien las cualidades que una mujer puede poseer .

La verdadera tragedia hoy en día es no saber cómo producir dinero, mantener un equilibrio y apreciar la mano que te acompaña. Soy sincera, me importa que nunca fui la reina de la primavera en el kinder, tampoco la abanderada de ninguna escolta (por mucho que me esforzará en calificaciones, simplemente no encajaba en el perfil). ¡Me importaba,  ser la niña hermosa de las hijas de mi madre! Seamos realistas. Ningún príncipe se enamora de una princesa sin virtudes y que en ellas incluya belleza.  

Hubo una vez una guerra por la belleza (según la película)  No terminé de verla ya que los príncipes también fueron tallados por un Dios Indú ( las mujeres también los prefieren guapos según los estándares de las madres ; mejorar los pinches genes , me dijeron una vez).