Hay personas que conocemos o al menos creemos conocer, no personalmente si no porque alguien nos habló de ellas.
Suele suceder que hacemos caso de los comentarios sobre las personas, hay cierta tendencia por encasillarlas, comerlas, masticarlas, mofarnos, imitarlos, castigarlos, desfigurarlos, para finalmente ver como poco a poco van destrozandose y junto con ellos su dignidad, reputación, lo que se pueda; la tirada es hundirlos, robarles el sueño, acabar, destrozar, eliminar por completo al enemigo, que después se nos olvida porque fue que inició todo.
He hecho juicios sobre un personaje en especial, muy de medios el señor, es un buen jefe, un personajazo, educado, refinado, decidido, inteligente, culto, su defecto "le encanta que le chupen las bolas", pero fuera de éso es un buen ejemplo a seguir; el problema es que debería de destestarlo, quizá en un futuro gracias a él, paul y yo no tengamos que comer, y ésa ahora es la razón por la cual
nos debemos hacer fuertes.
Se debe agradecer a cada persona que se conoce
cruzandose por el camino, ya sea directa o indirectamente;
aprender de la gente más cabrona, la más audaz, la que simplemente vemos como un superior y no tomamos encuenta, por envida, rencor, simplemente por la autoridad ejecida sobre nuestra persona, sin tomar encuenta lo que puede aportar a nuestro conocimiento, lo que todos los días se aprende con ellas y de ellas. Es muy fácil hablar mal de las personas, decir que fue un cabrón porque corrió a fulanito a sultanito, decir que es el más vil villano sobre todas las personas por no simpatizar con ellas, ¿será el caso?, será que sólo queremos aprender de aquellos que nos agradan, aquellos que nos concienten, que alimentan nuestra ignorancia, de aquellos que nos hacen conformistas, que día a día nos vuelve un poco más acetas ...
Creo que debemos cuidarnos de aquellos que siempre nos quieren ver estancados, que por conformistas no hacemos ciegos, ya que en vez de hacernos un favor, de ayudarnos, nos perjudican; sin embargo aquellos que nos hacen levantar la voz, quiénes no nos simpatizan o no simpatizamos, son de quiénes más se aprende, todo el tiempo nos están retando, nos desafían con la mirada, desprenden cada pulso, despiertan todas las neuronas. Ellos son los que le dan saborcito a la vida.
Es como aquella compañera de salón a la que sé muy bien, que nunca le caí bien en la universidad, pero le doy gracias, por la rivalidad, hizo que me esforzara mucho más, ahora ella se dedica a viajar, cosa que también comtemplo dentro de mis planes, porque me ayuda a quererlo intentar, imaginar y soñar que también puedo lograrlo. Es de verdadero ignorante, no comprender las ironías de la vida, pero de mediocres no aceptar la puta verdad de la realidad..
Agradezco por haber conocido a Erick, Jessica, Erendira, Blanca, Jael Xanath, Paola, Erika, Mónica, Araceli Romero, Itzalá, Cristina, Alondra, Adriana Laura, Susana Peña, Carolina, Yolanda Azcal, Miguel Angel, Azael, Paloma, Rubí, Karla Guadalupe, Angelica, Mariana, Leticia, Berenice, Jimena, El diablo y la Bruja, Victoria, Iván, Gerardo, Cristo, Cristian, Rosario, Karla,Alfonso, Pavel, Agustín, Wenceslao, Rafael, Enrique, Pilar, Patricia, Claudia, Rocío, Mario Manjarrez, Héctor, Texis, Liduvina, Meliyara, Vanesa, Gabriela Gordillo, Elizabeth Lozano, Addy Ruíz, Martha Aide, Pamela, Jose Juan, Paul, Irma, Ubaldo, Goyo, Janet, Lidia, Viridiana, Luis Erick, Mauricio´s, Elba... y todos aquellos que no recuerdo su nombre, no por que no fueran importantes, si no porque fue tal mi enojo que hasta su nombre olvidé....
