"Hay veces que no puedo, dejar de mirarte y enojada me dices me repites, volteate para allá."
Así comienza la canción del Panteón Rococó.Y es que siempre se tuvo la ventaja al mirarme de frente (siempre me dio pena). Quizá porque siempre pensé que no era lo suficientemente "bonita" como para encontrar algo interesante en mi rostro. Nunca use maquillaje alguno (ciertamente, nunca puse empeño alguno en ser como las demás niñas) si, me daba el complejo de patito feo ante ellas, pero ello no mermo mi interés por otras cosas no tan superficiales (a mi parecer). Esta es una de esas lecturitas pendejas sobre algo que leí y versa sobre el cambio y las transformaciones que nos da el maquillaje, pareciera que nos hiciera más hermosas, más fuertes, más atractivas a cualquier ojo. Yo digo que una mujer tiene el "don" de la transformación y el maquillaje solo es un puto accesorio trivial . Lo que nos hace ser diferentes y poderosas es el pensar, la actitud y la inspiración de cada una de nosotras lo demás sale sobrando.
Posdata: Ya la edad alcanzo mi piel, y con una plastita de maquillaje me veo como maldita puta. Y ora si que me miren todo lo que su puta madre les de.