Después de tanto pensarlo, a la chingada quiero mandarte!!! Luego aquel sentimiento chingado recorre todo mi ser; aquel odio se transforma en una loca llamarada de deseo para romper en un orgasmo bendito, ya estando alli, en la chingada, quiero besarte y entonces te amo, te amo, te amo estúpido mandril. Mandril de la chingada te odio y te quiero ...(pero siempre recordarás que nadie produce este éxtasis maldito en mí.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario