VENENITO

sábado, septiembre 22, 2018

Pendejadas dignas de una Despedida

¡Creo que eres un idiota!- se lo dije en silencio- No porque no pudiera decirlo en su cara, si no porque juré no ofenderlo bajo ninguna circunstancia.

Tus ojos respondieron a mi insulto, sé perfectamente que pensabas lo mismo. Enardece mi coraje cuando te haces el disimulado y tu airosa arrogancia te engalana (Ahí, en ése punto, es cuando mi vida, mi pensamiento y mi ser vuelan lejos de ti).

Decidí respirar  y atender mis prioridades. Algunas actividades requieren de mi total atención. Después, encuentro un punto medio para respirar y recordar cosas que me hacen feliz . Por lo general vienen a mi mente frases. Quizá, Verónica tenía razón (mi estilo es inflar mi ego). Ciertamente, recuerdo frases que me dicen. En ellas encuentro el refugio desmedido; alguien, sí tomó en cuenta mis sentimientos. Para ése momento, ya estaba más relajada. 

Como siempre, atareada en éstos menesteres, "el idiota" se tenía que despedir de mí. Me  pinté los labios, porque también me preparaba para salir, un poco de perfume y en ésta ocasión me peiné un poco.  Salí a encontrarlo para despedirme , lo tomé del brazo y susurré - Me voy, espero que tengas un lindo día- Me miró con coraje, pero al mismo tiempo sus ojos se dilataron, entonces fue que escuché -------Eres una mujer muy bonita--- suspiró profundo, me besó la frente, tomándome por la cintura, se dió la media vuelta y se fue.

¡Carajo! - Así es como toda la tarde "el idiota" me dejó en suspiros para luego convertirse en mi novio, otra vez.




Posdata:  Me encanta que acaricies mi alma. 

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