Increible lo que aprendes en el metro; no fue hasta ayer cuando escuché un chiste, de ésos que te sacan una sonrisa por vulgar. Lo verdaderamente sorprendente es como pude aprender de forma tan sencilla y educativa algo que me llevó años entender......
"LOS PINCHES OJOS NO LE OBEDECEN AL CEREBRO", bien cierto, un hombre jamás obedecerá al cerebro, porque los ojos no le obedecerán ni aunque su esposa esté junto a él, pues siempre la lujuria entra por los ojos, .....bla, bla bla....
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