No hay mejor escena de una película que muestre la perversidad de un fémina malévola; hablar sin miedo de lo que realmente se desea.
Admito abiertamente y sin tapujos que para unas cosas soy vil, para mi mala fortuna poseo la naturalidad de una limpia mojigata, no vacilaré me gusta tenerte a mis pies, me gusta saberte inferior, doblegado a mis antojos.
Disfruto del placer en todas sus expresiones, poseerte con una mirada, misógina, soez, pervertida si lo soy y qué ?... Somos carne, somos tierra, estamos vivos.
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