siempre las mismas palabras

Llovía, tenía que llegar a mi destino, ya era algo tarde como para estar esperándome a que pasara  la combi que forzosamente me lleva hasta allá. Entonces, me subí en una que me deja por el rumbo, al hacer la parada, saludé como de costumbre, siempre me fijo en las personas de re-ojo,  casi siempre trato de desifrarlas (un raro hobbie en mí), son caras diferentes, unas cansadas, distraídas, somnolientas, y otras simplemente quieren perderse en sus pensamientos, éso con frecuencia me pasa al tomar una combi, el metro, el autobús, micro, no importa; mi madre me decía que era de mala educación mirar mucho a las personas a la cara, yo creo que más bien la cosa es  no incomodar, ya que uno nunca sabe de qué humor vendrá;  así que las consecuencias de un acto indebido a una hora inadecuada puede ser fatal.

Llegué a la próxima estación vía carretera, Tepalcates, allí se subió un señor grande,  quizá venía de trabajar, yo me hice a un lado, de costado mano izquierda, para no quedar en la orillita del asiento de cuatro personas, mi idea era ser una de enmedio, para entonces el señor pronunció- me da permiso señorita?- asenté la cabeza- me recorrí de mala gana. Me miró el señor pero no dijo nada, venía muy callado, mudo, pero un tanto zonzo. Enfrente de mí venían tres personas un hombre, dos mujeres una de ellas traía un bebé  recién nacido; comentaban entre ellos de la venta,  vendían ropa de niño, con los personajes de moda, Toy Story  y el Sherek. Entonces el señor se movia, como si tuviera "chincual" (lombrices en la cola), creo que todos se dieron cuenta porque la señora que venía enfrente comenzó a tararear la canción del comercial de lombrices (si tu sientes que te pica la colita, en una de ésas ....).

Saqué mi celular para mirar la hora, Paul está por llamar me dije,  igual y está molesto, alterado, entonces el señor habia sacado también su celular y grita - Bueno!!!, Carajo vieja estoy bien!, me vas a recibir bien?, yo que soy un cabrón que se porta más bien  y tú mira no más!- agregó- Callaté!,  entre uno mejor se porta ....- no dije nada sólo me hacia de ladito, ja, como si el señor no me hubiera visto ya, me alejaba discretamente, hubo algo en el tono de voz que me hizo recordar a Ubaldo (mi padre), cuando llegaba tarde y se portaba mal su escusa era que venía de trabajar "todo el pinche día";  entonce replicó el señor - llevo mandado si no te gusta, no es mi problema, mejor ve tu sóla, ihhhh, nadie se preocupa por mí, ni siquiera en saber como estoy- malditos borrachos pensé enojada,  ésas palabras no son únicas de mi padre. Después la señora le colgó porque lo dejó hablando y claramente podía escuchar a su esposa por el auricular, pinche volumen alto... Entonces el señor se altero, sacó su celular, sus lentes y le llamó a un cuate- Cabrón, que pedo, cuando me invitas a comer con tu vecinita, está re pinche mami la pendeja!- ajá, si ajá- se escuchó después, y argumentó- no ps, pasa mañana a mi trabajo y la cotorreamos, ya vez que luego las viejas se ponen locas jajajajaja, pero bueno, ya estás culerito- colgó, está demás afirmar, que ésas siempre son  las mismas palabras de un hombre con doble moral, la familia nunca se preocupa, y la esposa nunca comprende la situación,  son cosas que yo ya habia visto, las viví con Ubaldo. Al poco rato, el señor pagó su pasaje, estaba apunto de bajar, no sin antes pronunciar - soy hijo de la mala vida- como rayo que partió la imagen de toda tentación, doble moral, un viejo sin verguenza, pronunció la verdad de un cabrón culerito. 

Todos somos hijos de la mala vida, sin importar la raza o condición social. Yo no me como los labios, ni nadie debería hacerlo, pues como un día mi abuela Tomasa dijo- como te ves me vi, y como me ves te verás. Sin duda alguna siempre se aprende de la gente que viaja contigo, también se encuentran personas muy semejantes a aquellos que ancias ver o que jamás quisieras volver a recordar.
No se olvide que no importa cual sea el destino, ni dónde sea el lugar...
"Tarde o Temprano pero siempre se llegará".