Te acaricio la frente como siempre. Sabes, te acaricio la frente hasta con el pensamiento cuando no estás. Me gustaría ser mágica y poder curarte de todo lo que te acongoja.
Mientras te desnudas y veo tu masculinidad imagino ser la dueña de todo aquello que eres... Piel, carne, sangre. Más no deseo tu intangibilidad; amor o deseo, por considerarlos una gran responsabilidad. Ahora creo fielmente que por éso Dios nos mandó al mundo solos, libres para elegir a quién amar.
Ayer llegabas cansado, estresado y enfermo. No hemos tenido los mejores días, pero quiero que sepas que siempre tengo en mente todo lo que me dices:
"Seremos fuertes, porque débiles, cualquiera."
Espero siempre poseerte con la mirada, acariciarte con mis pensamientos y que cuando a ellos aparezca la palabra HOGAR, sea yo en lo que pienses, nada más.
Podata: Acariciándote con la mirada
2 comentarios:
Que bonita manera de describir un hogar
Me late..
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