La mujer dormía. cansada de un día de trabajo, nunca pensó que ésa noche sería la última. Simplemente te tendió como un bulto y cerró los ojos. Aquellos ojos negros como la noche. Jamás volvería a ver la luz del sol. En sus adentros soñaba con el día siguiente, pero lo que iba a encontrar sería la oscuridad eterna. Murió. Sin esperar nada, sin pensar jamás . Todo se convirtió en oscuridad. Todo se terminó. Solamente el espectador rió cuando vio la escena terminada. No esperaba nada. Simplemente dejó que la noche y la eterna oscuridad cayeran sobre aquel bulto femenino. Que el tiempo pudriera su cuerpo. Que la noche la oscureciera por siempre.
Josué Issael Ávila Merino
Posdata: La noche que me contaste que la oscuridad tenía algo más .
Posdata: La noche que me contaste que la oscuridad tenía algo más .
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