Hacia tiempo que no te veía. Cambiaste, como lo hace todo en la vida. Fue un placer volver a tocarte y sentirte (la casualidad nada tuvo que ver) aunque, algo se secó dentro de ti (los orgullos deshidratan el sentimiento ¿Lo sabias?) quiero pensar en lo que te sucedió y en mi mente creo historias todo el tiempo (quizá nada extraordinario pasó). Ahora mismo te veo en foto , pero ... Los nudos, enredos, simplezas, me dieron la razón, mirarte siempre, sin mirar tu exterior, exquisito placer de ciegos.
Posdata: Imaginación de penurias; hablando de ti, mi dulce Yuriria.
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