Yo no sabía que sentía algo por tí. En realidad, la respuesta jamás será atreverse cuando el sentido común te hace responsable. Si siguiera mi impulso, sin dudar, mis alas tocarían la puerta de tu corazón y perderías más que la razón, en mis labios, piel y deseo. Mis pensamientos se atrevieron a cruzar el umbral donde el pedestal por fin llega en oración.
No sabía que sentir e hice que no sentía nada, ya se me pasará; Cupido fue mal consejero, pero en mi experiencia, éste niño se entretiene con paletas de realidad, distancias que pesan como piedras e inocentes llamas que vuelven todo ceniza.
No sabía que sentir e hice que no sentía nada. Las alas me crecieron, las palabras dulces sonaban en mis ojos, así de incoherente estaba mi razón.
Desperté y solo era una canción de UB40 resonando en mi cabeza como dictó alguna vez mi ilusión adolescente. Por fin, encontré a mi bien amado Ali Campbell- me dije-. Ali me cantó al oido y me llenó de infinita imaginación rosa, enamorada de imposibles, se llevó mi inocencia con ésos ojos y ésa voz espectacular.
-¡No sabía que sentir e hice que no sentí nada!-
"Quiero ser REFUGIO Y ESCAPE siempre que tú lo quieras"- la flecha era para mí, directo a mi corazón, entonces mi edad hizo estragos ... Nadie que te habla bonito será real, ésa lección ya la viví.
Y es que ¡Cupido tiene mala memoria! Le recordé que ya estaba flechada desde mucho antes, por un amor real, bonito y maduro, aquel que me llena de odio, ternura, amor y estabilidad. Aquel que pedí a Dios llegara a mí, sólo a mí. Formar un hogar con todo mi amor y esperanza. Ya estaba flechada desde aquella primera vez que lo vieron mis ojos en aquel lugar inesperado (el transporte), cuando era una estudiante de Preparatoria, hace más de 15 años. Así que, no necesito que me ofrezcan un refugio cuando lo llevo conmigo siempre, mucho menos un escape cuando yo misma me lanzo a la aventura con los desafíos que Dios me pone.
Te lleno de flores amarillas mi niño Cupido para recordarte, YO SOY PRIORIDAD, tus flechas fueron certeras en aquel lugar. No necesito más. Querido Cupido tu has hecho mucho conmigo, gracias por hacerme sentir siempre en intensidad. El amor unilateral duele Cupido.
¿Tiene que doler para experimentar deseo?
¿Tiene que ser indeleble e inalienable para ser fuerte?
De lo que sí estoy segura es que tiene que ser tocable, palpable y presente para ser real.
Dejé de escucharte cuando hablaste bonito, reiste bonito y escribiste bonito ; éso lo hace cualquiera Cupido.
Yo, dejé de ser de ilusiones para convertirme en realidad. Hasta la próxima Cupido, mi niño juguetón, te dejo un beso junto a las rosas amarillas y mi dedicatoria: lo que existe soy yo en éste presente, con ésta, mi propia realidad, que mucho trabajo me ha costado crear, un hogar con mi hermoso hijo y mi flecha que pedí a Dios conmigo siempre; que el pendejo no me valore o me llegar a fallar, ya será otra historia que con pena y dolor tendré que quemar.
Posdata: Ésta entrada se lee escuchando a UB40 y a mi amado Ali Campbell.
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