Mientras pienso detenidamente en todo lo que me llevo ha estar aquí escribiendo, alguien cercano partió de éste mundo, quizá de la forma en que siempre detestó. Mi corazón me llevo a tomar decisiones buenas, otras no tanto... pero sé perfecto que una de ellas me llevará al infierno. No quiero más ilusiones con cosas que jamás tendré y cierto es que dejé de soñar con volar.
Me irritan los aromas viejos, no por ser, si no por los instantes a los que me remontan. ¡Siento su partida, pero también gracias a usted me volví lo que ahora soy! Maldito sea aquél momento en que lo descubrí pecador en nombre de la sanación. -¡Yo lo culpo a usted! (cuando bien sé que cada quién es dueño de sus acciones)-.
Lamento mucho justificar mis acciones debido a su pecado.Lamento mucho éste pequeño odio y repugnancia. Usted disculpe. Nos veremos en el infierno quizá para saludarlo y decirle que cometí uno de tantos pecados. Y en nombre todo lo bueno que hizo, es que conocí la espiritualidad.
No somos ajenos,
no somos infra, ni supra...
sólo somos HUMANOS.
Posdata: Las ventajas de la vida ... es que uno puedo darse ciertos gustos. Malditos pecados (maldita gula)
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