Si mañana no amanezco, no se preocupen ya lo sabía. Alguien me visitó diciéndome que ya había cumplido con mi objetivo. Haber amado, crecido y ser parte de algo. Amé, odié, reí y lloré... nunca fui la mejor, pero siempre lo intenté. Lo único que lamento en no poder ver a mi hijo crecer, pero si Dios me lo permite prometo cuidarte desde dónde esté. Te amo mi SEBASTIÁN.
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