Y así como cambia la luna ¿Tus sentimientos también?
Jamás debí salir de aquella fiesta infantil, en la que sabía perfectamente cuál era mi valía.
Yo más inmersa como la niña Gorda con las quién nadie quiere jugar (era feliz).
Hoy soy la misma niña Feliz y Gorda siendo yo (no lo digo con desprecio; amo sentirme feliz a los 10 años antes de que me importara una mierda los sentimientos de alguien más que no fuera yo).
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