Tormento

 Aquí en la inmensidad de mi más profundo pensamiento, me encuentro sentada en la orilla de la realidad, con  ganas de volar en la nada.

Por instantes la piel de ella me llena de miedo; ¿Porqué sigues aquí atormentando mis pensamientos madre? 

Odio la pesadumbre de tus enseñanzas y tus premisas que jamás se aplicaron a mí.  Me permito fumar, maldecir y suplicar que regreses ... ¿Si vinieras, qué dirías?

Aquí  en el mar de los quizás, tus enseñanzas siempre se hacen presentes, mientras reniego de tu oro, plata, avaricia, estatus de mierda y tus aspiraciones para mí.  ¿Ya hablaste con Dios y le preguntaste del infortunio, maldiciones, personas pendejas de mi poca obediencia y  pecados? 

Odio que vengas a visitarme, espantar con  lecciones en lugar de bendecirme haciendo realidad mis súplicas. Supongo que aquí, nada te perteneció nunca, solo encontrarás  mi profundo respeto a tus lecciones de mierda que sólo me hicieron ésto que soy. 

No soy nada y no tengo nada más que un puñado de letras atoradas en mi garganta y que un día de éstos me ahogaran. Hasta entonces madre mía.