No es extraño recibir flores, la realidad es que no sabía que tenía que pedir permiso a la naturaleza y agradecerle el prestarme un poco de su encanto para lucir su esplendor.
No es extraño que cada mujer sea diferente, la naturaleza misma la dotó de belleza; cada una es única en especie y rara en existencia.
No es extraño que me gusten las palabras dulces y lo halagos continuos, es el alimento que necesito en esencia y espiritualidad para satisfacer más que una sana existencia -¿Qué chingados sé de lo que necesitan las demás?-.
Es verdad puedo comprarme flores y pensar que soy autosuficiente y feliz -mentiras que me dije y me gustaron-.
Lo que sí quiero es que todos mis cumpleaños no me falten unos putos girasoles ... Y ésa es la realidad, la canción es sólo mero convencimiento barato para levantarte del chingadazo.
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