Huele a Durazno aquí en mi vientre. Escurro en aquel árbol de tentación siempre esperando a que llegue el amanecer. Aquí todo es válido; tibio, humeante, chorreante, punzante y suave .
¿A qué te sabe el Durazno? Huele a sensación y millones de promesas . Tócame, rie y luego acaríciame el alma . Muerde, lame y termina en mis labios.
Posdata: Al final solo somos recuerdo de frutas.